George Braque


Entre los tres más importantes precursores o creadores decisivos en el desarrollo del cubismo, junto a Pablo Picasso y Juan Gris se encuentra el pintor y escultor francés George Braque (13 de mayo de 1882 - 31 de agosto de 1963).

Proveniente de una familia de artesanos, Braque creció en una ciudad situada al noroeste de Francia, Le Havre, y estudió de 1897 a 1899 en la Ecole des Beaux-Arts. A principios del siglo pasado llega a la Ciudad Luz a estudiar en la Academia Humbert, donde conoce a la pintora y grabadora Marie Laurencin y al versátil creador Francis Picabia, ambos franceses; luego ingresa en la Escuela de Bellas Artes. El Salón de Otoño de 1905, evento artístico que marca el comienzo del fauvismo, sedujo al joven Braque quien incorpora a sus creaciones, con intencionalidad, los colores violeta y rosa.

Junto a Othon Friesz realiza un viaje en 1906 a la ciudad de Amberes, un año después a La Ciotat y a L'Estaque. En esta última estancia, Braque pinta una serie de paisajes que preceden su estilo cubista –utiliza una serie de líneas que así lo confirman-. Sus obras en esta denominada primera etapa son de superficies intercaladas y planos oblicuos compuestas fundamentalmente a partir de cubos y pobre uso del color. Entonces pinta La bañista (1907). Visita una retrospectiva de Cézanne y conoce a Pablo Picasso, acontecimientos que dan un giro total hacia el cubismo en la obra de este artista, el cual contribuye a su desarrollo.
En 1910 pinta Botellas y pescados; con El portugués (1911) actualmente en el Museo de Arte de Basilea, al igual que Violín y jarros (1913) Braque inserta, como nunca cantes, palabras y números reproducidos. Le siguen Compotera y vaso (1912); y en 1913 El clarinete, actualmente en una colección particular en New York, La mesa del músico y Vaso y violín –ambos en el Museo de Arte de Basilea. Parte de esta etapa, de 1909 a 1912, se ha denominado “cubismo analítico” por facetas los objetos llegan hasta ser casi imperceptibles- y el “cubismo sintético” en el que se destaca más que el propio Picasso.
Luego de participar en la Primera Guerra Mundial, donde fue gravemente herido, vuelve a París, retorna a sus lienzos: lo inspiran los paisajes, las naturalezas muertas, pinta muchos bodegones, figuras alargadas: Bodegón (1918) en formato oval y La mujer del músico (1917-1918), ambas en el Museo de Arte de Basilea; Bodegón con guitarra II (1921-1922) –Galería Nacional de Praga-; Guitarra y cántaro (1927)  Tate Gallery, Londres.  Después de la Segunda Guerra Mundial, la seriedad y austeridad caracterizan su obra: El velador (Le Jou) (1930), El dúo (1937) y la serie Talleres (1945-1956).

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