Georges Henri Rouault


La naturaleza humana encontró en el pintor expresionista y fauvista francés Georges Henri Rouault (París, 27 de mayo de 1871 – 13 de febrero de 1958) uno de sus mejores exponentes. Un árbol contra el cielo posee el mismo interés, el mismo carácter, la misma expresión que la figura de un ser humano” dijo en una ocasión este artista que también trabajó la litografía, el aguafuerte y que, en los finales de su vida, quemó unos trescientos cuadros que hoy valdrían una fortuna.
Autor de: Camino del calvario (1891); La Santa Faz (1933); El rey viejo (1937), que se considera su mejor obra expresionista y Ciclo Miserere, expuesto en 1948, entre sus obras más conocidas; desde su adolescencia se vinculó a la pintura como pintor de vidrio policromado –esta experiencia marcó su estilo en cuanto a la línea negra fuerte definitoria en sus composiciones y la intensidad cromática- y restaurador. Logra entrar a la Academia de arte oficial de Francia; se convierte en el alumno predilecto de Gustave Moreau –se percibe la influencia de este artista en la obra de Roualt- llegando a ser el curador del museo homónimo de su maestro luego de su fallecimiento.
Su estilo dentro de los fauvistas siempre se identificó por ser instintivo y espontáneo –características que le atribuyeron a la influencia de Vincent van Gogh-. Fueron Henri Matisse –líder del grupo-, Albert Marquet, Henri Manguin, y Charles Camoin quienes lo acercaron al Fauvismo, participando junto a ellos en grandes exposiciones públicas como el Salon d’Automne.
Se interesó por la crítica social y moral, a partir de los primeros años del siglo XX y lo hizo a través de una serie de payasos, tribunales y prostitutas. Entonces entabló una gran amistad con el filósofo Jacques Maritain, a través del cual se acercó al existencialismo dramático y al espiritualismo; dedicándose después a los temas religiosos.
Sus personajes recalcados hasta lo grotesco, inspiraron a los expresionistas, quienes comenzaron a estudiarlo después de su primera muestra en la Galería Druet; en aquel entonces artistas alemanes que posteriormente formarían el círculo expresionista.
A partir de 1917, Roualt se dedicó a los temas religiosos a través de la pintura, en los que de cierta manera hacía alusión a sus creencias sobre la resurrección. Sus motivos eran la pasión de Cristo, la crucifixión, la faz de Jesús y el llanto de las vírgenes al pie de la cruz que representaban el dolor aliviado por la promesa de una vida eterna en el Paraíso.
En la década del 30 expuso en Londres, Nueva York y Chicago.

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