Sandú Darié



Sandú Darié (Rumanía, 1906 - La Habana, 1991)

Pintor abstracto de origen rumano que arribó a Cuba a inicios del cuarenta, y aquí realizó su obra artística. Desde que, en 1942, entró al mundo del arte, es considerado un pintor renovador, el cual, al cual el nuevo contexto ofreció una serie de recursos expresivos, sintetizados de forma particular y novedosa en sus cuadros.

Sus tempranas exhibiciones, realizadas en el Lyceum de La Habana en los años 1949 y 1950, fueron anticipadoras de las nuevas formas de expresión artística. Posterior a ello se insertó rápidamente en los circuitos expositivos de la época.

Es calificado como un precursor del abstraccionismo, tanto en su vertiente lírica como geométrica. Sus primeras piezas no figurativas ostentan una independencia de toda referencia objetual convirtieron la pintura en un acto puramente creativo. Constituyen lienzos despojados de toda anécdota, con una gran armonía cromática (Composiciones, 1949). Más tarde se hace eco de los postulados neoplasticistas, encontrando interés en  la línea recta, el rigor geométrico, la oposición rectangular y el uso de colores primarios.

A mediados de la década del cincuenta entra en contacto con el grupo argentino Madi. Con sus ingeniosas y reconocidas estructuras pictóricas, Sandú demostró que el cuadro puede ser un objeto que supere la planimetría, proyectándose en el espacio y rompiendo con los límites de su marco (Estructuras transformables, 1955-1956). Sus obras accionables y electro-pinturas en movimiento, lo ubican también como uno de los máximos representantes del cinetismo en nuestro país.
Junto a Mario Carreño y Luis Martínez Pedro, Sandú Darié apuntó hacia una estética diferente: acudió a la geometría para elaborar su discurso plástico. Entre 1959 y 1961 formó parte del grupo Diez Pintores Concretos y, por su destacada participación, se encontró en el sector más avanzado de dicho gremio.

En la mayoría de sus obras no hay referencia alguna a elementos figurativos o transmisores de una idea que no sea el orden, la armonía y el equilibrio. Las formas se erigen protagonistas principales del cuadro, asumiendo la geometrización como expresión. Su objetivo es lograr una composición netamente racional, donde la técnica y la claridad de la obra sean absolutas. Sin embargo, como otros artistas del grupo al que perteneció, en ocasiones no le interesa despegarse del referente e intenta identificar con un halo de insularidad a sus obras.

Sandú Darié también realizó murales y esculturas ambientales. En 1981 plantó el Árbol rojo en el Parque Lenin, y, en 1982, para el vestíbulo del Hospital Hermanos Ameijeiras creó, las reconocidas piezas El día y la Noche.

Entre los principales galardones que obtuvo se encuentran la Mención Honorífica en el VIII Salón Nacional de Pintura y Escultura (Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, Cuba, 1956) y el nombramiento de Miembro Honorífico de la Academia Real de Bellas Artes de La Haya (Holanda, 1975). Su sobras se encuentran en colecciones como Arte de Nuestra América Haydeé Santamaría de la Casa de las Américas (La Habana, Cuba), el Museo Nacional de Bellas Artes (La Habana, Cuba) y el Museum of Modern Art de Nueva York (Estados Unidos).

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