Ignacio Zuloaga


Fiel cronista de su época, a través de la crudeza del dramatismo de su pintura, Ignacio Zuloaga i Zabaleta (País Vasco 1870- Madrid 1945) fué uno de los pintores españoles más importantes de finales del siglo XIX y principios del XX. Hijo del damasquinador Plácido Zuloaga y sobrino del notable ceramista Daniel Zuloaga, fue al interior de su familia que dio sus primeros pasos en el dibujo y el grabado.

Desde muy joven, con 17 años, visita los museos y se interesa por la obra de Velásquez, El Greco, Zurbarán y Goya, a quienes considera sus maestros. Viaja a Roma, se codea con los maestros del Renacimiento y pinta El forjador herido; con ella participa junto a Toulouse-Lautrec, Degas, Gauguin y Van Gogh, en el Salón de los Artistas Franceses, en París, obteniendo gran fama.

En su obra Corrida de toros en Éibar (1899) se evidencia su afición por el deporte taurino y leitmotiv de gran parte de su obra: serie Vísperas de la corrida (Andalucía, 1898);  Toreros de pueblo (París, 1906); Ídolos futuros o Torerillos de Turégano (Fuendetodos, 1913); Bailarina vestida de torero (1914), entre otros. También se dedica al estudio del paisaje, especialmente de los parisinos.

Expone su obra y participa en importantes salones de arte –donde es reconocido con premios- tanto en España como en Francia, Roma, Bruselas, Berlín, Dresde, Budapest, Praga, Venecia, Nueva York, Boston, México, Santiago de Chile, Buenos Aires y La Habana, donde es recibido con gran euforia y compra en 1925 el Castillo de Pedraza; Salón de los Independientes, el Nacional de Bellas Artes de París -en varias ocasiones-, Quinta Exposición Internacional de Barcelona, Exposición Internacional de Roma, entre otros.

Colabora con la Ópera de Berlín pintando la escenografía para la obra Carmen en 1901, las revistas Le París Ilustré  y L'Art et les Artistes le dedican un número completo; en Madrid le realizan un homenaje. Su obra es adquirida por importantes coleccionistas internacionales y colecciones privadas del gobierno italiano, francés y belga.

Entre sus obras más reconocidas se encuentran Un sacerdote rezando en una habitación antigua y El ciego de Arrate, sus primeras obras conocidas, Amigos, Mi tío y mis primas, El alcalde de Riomoros, Las brujas de San Millán, El enano Gregorio el botero, El cardenal, La Morenita con Chal Blanco, La italiana, entre otras tantas. Inaugura un monumento a Goya, vende sus cuadros en apoyo a los huérfanos de la Primera Guerra Mundial, y realiza retratos de importantes personajes de la vida social y política internacional.

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