Edgar Degas


Reconocido por su exquisita manera de representar el mundo del ballet a través de la pintura al pastel, el pintor impresionista, grabador, dibujante y escultor francés Hilaire-Germain-Edgar de Gas, más conocido como Edgar Degas (París, 19 de julio de 1834 – 27 de septiembre de 1917), logra captar la belleza y sutileza de las escenas balletísticas. Estilo que comenzó admirando a Ingres, los maestros del renacimiento italiano, las tendencias simbolistas, el arte japonés, el neoclasicismo y el estilo del artista romántico Delacroix, hasta llegar a ser uno de los fundadores del Impresionismo. Además de las recurrentes bailarinas, Degas representó en sus lienzos las carreras de caballos –explora el movimiento de los caballos– desde una perspectiva que lo acercó a la fotografía, también desfilaron por sus telas mujeres comunes: lavanderas, cocineras, burguesas, planchadoras, o desnudas en el baño (a partir de 1880 se apasiona en el tratamiento del óleo). La utilización de la luz artificial y los ambientes urbanos de Degas fueron admirados por el postimpresionista Toulouse-Lautrec; junto a Ingres y Rafael fue admirado por Gauguin y detestado por Van Gogh. La única escultura del artista exhibida en una exposición fue La pequeña bailarina de 14 años. También incursionó en la fotografía, pero solo como aficionado.
Entre sus obras se encuentran: Bailarinas azules (1890); Bailarinas rusas (h. 1895), Museo Nacional de Estocolmo; Mujeres en la terraza (1877); Mujer bañándose (1895), Museo Soumaya, Ciudad de México; Ensayo de ballet (1874); Caballos de carreras (1874); Bailarina de verde, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid; El foyer de la danza en la Ópera (1872), Museo de Orsay, París; Carreras de caballos. Antes de la salida (1862), Museo de Orsay, París. En las carreras, ante las tribunas (h. 1879), Museo de Orsay, París.
Degas, además, contó con una excelente colección privada de obras pictóricas tanto de sus maestros como de los contemporáneos: Delacroix, El Greco, Ingres, Manet, Van Gogh, Cézanne y Gauguin. Aunque logró vivir por un tiempo de los ingresos que le dio su arte; Degas murió en París, vagando por las calles sin sentido, ciego, hasta morir en 1917. Su posición frente al famoso Caso Dreyfus develó en Degas sentimientos antisemitas lo que hizo romper con sus amigos judíos.
Trabajó el pastel hasta finales del 1907 y la escultura tres años después.   

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