Antonello da Messina

Antonello da Messina (Mesina, 1430 – Mesina, 1479)

Considerado uno de los pintores más interesantes e innovadores del quatroccento, fue uno de los primeros maestros italianos en adoptar la técnica de pintura al óleo, en lugar de al temple. Al sentido de brillantez y profundidad de coloreado flamenco unió la percepción plástica de la belleza italiana.

Se formó con Colantonio y su relación con é se manifiesta muy claramente en sus primeras obras conservadas. Viajó a los principales centros del Renacimiento (Roma, Florencia, Arezzo y Milán, entre otros). En los primeros momentos, la importancia que concede a la luz lo encasilla en un estilo prerrenacentista. Hacia estas fechas, su creación percibe la influencia flamenca en los abundantes detalles y en la elegancia con que representa rostros bien definidos sin embargo, posteriormente, el influjo italiano se impone, en el uso de la perspectiva y el gusto por el claroscuro. Ello lo convirtió en un decidido pintor renacentista.

Sus formas unían la visión y el naturalismo de los flamencos con los intereses geométricos y espaciales del arte de Piero della Francesca, y el intelectualismo italiano en general. Manifestó especial interés por los detalles anecdóticos y el movimiento, otorgándole a sus composiciones valores distintivos. Sus delicados trabajos al óleo sobre madera expresan el sentimiento humano de manera sobrecogedora.

Hacia 1450 trabajó para los Sforza en Milán. Además de pintura religiosa, Antonello da Messina realizó innumerables retratos de personajes importantes de su época. La introspección psicológica que se encuentra en todos sus cuadros se debe al talento que adquirió de pintar con modelos reales. La gran sencillez de sus obras contrasta con la monumentalidad que de ellas emana.

Sus principales obras religiosas son la Virgen con el Niño; la Anunciación; el Salvator Mundi; el Políptico de San Gregorio; San Jerónimo en su estudio; San Sebastián; la Crucifixión; el Retablo de San Casiano; Ecce Homo; y Cristo muerto sostenido por un ángel. Entre los retratos que se le atribuyen, los más conocidos son su supuesto autorretrato de la Galería Nacional de Londres; el Retrato de un joven; y el Condottiero o Retrato de un hombre.

Sus obras se encuentran permanentemente expuestas en la Galería Nacional de Londres (Inglaterra), la Gemäldegalerie de Dresde (Alemania); el Real Museo de Bellas Artes de Bruselas (Bélgica); la Galería Nacional de Palermo (Italia); el Kunsthistorisches Museum (Viena); el Museo Dahlem (Berlín); el Museo del Louvre (París); el Museo del Prado (Madrid).