Jan Baptist Weenix


Pionero en llevar al arte holandés escenas de la bahía italiana –en mediano formato y ubicando un grupo de figuras en primer plano-, el pintor barroco neerlandés Jan Baptist Weenix (Ámsterdam, 1621- Vleuten ¿1660?) fue un fecundo y versátil artista que sentía predilección primero por los paisajes italianos con alargadas figuras entre ruinas – Escena  de caza expuesto en la National Gallery de Londres-, escasas escenas religiosas – entre ellas Jacob  y Esaú en Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde- y luego los bodegones de caza muerta o perros. Su obra se encuentra en las principales galerías de San Petersburgo, Viena, Múnich y Ámsterdam.
De pequeño, Weenix no podía hablar bien por problemas de salud.  Recibe clases con Jack Micker, en su estancia en Ultrecht aprende con el pintor naturalista Abraham Bloemart en su taller –por donde también pasaron indistintamente Both, Poelenburgh, Wouter Crabeth, entre otros-. Retorna a su natal Ámsterdam, y recibe clases con Claes Cornelisz. Escapa de su casa, hasta que su hija lo sigue hasta Rotterdam.
Se embarca hacia la capital italiana, después de recibir la negativa de su esposa de acompañarlo. De su paso por Roma, entre 1620 a 1720, se alista en una sociedad de artistas de artistas mayormente holandeses y flamencos radicados allí,  que se hizo llamar Bentvueghels o “Pájaros de una pluma”. También se conocieron por “Camarilla de pintores” o Schildersbent.  En esta etapa realizó trabajos para el Papa Inocencio X, quien lo consideró mucho.
Weenix está al frente de un gremio de artesanos o guilda, en 1649; entonces realiza un retrato del filósofo, matemático y científico francés Miguel Descartes.
Al final de su vida, se interna en un castillo en las afueras de Ultrech, dicen algunos que para dedicarse entero a su obra, otros que aquejado por su enfermedad se retiró a morir en paz, de cualquier forma lo hizo sumido en la pobreza.

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